domingo, 8 de septiembre de 2013

LOVE IN DANGER!♥

Publicadas por Ale Mg' a la/s 7:43 p.m. 0 comentarios
Cap. 5 Pieza perdida.
La tarde había pasado rápidamente a lado de Irma, tranquila y un tanto callada, pero a su lado, eso me resultaba realmente reconfortante aunque a la vez un poco desolador. Irma no se pudo quedar más tiempo acompañándome en la cafetería, puesto que tenía un compromiso en la noche, nos despedimos y le prometí estar bien, la sonrisa que me dedico no parecía del todo sincera, estaba preocupada por mí, puesto que yo ahora estaba más confundida de lo que estaba en un principio.
Regresé a la mesa en la que había visto transcurrir todo el día, saqué mi celular y simplemente me quede en la espera de la nada. No tenía ganas de regresar a casa y mucho menos de ver a Gabriel, al menos no hasta aclarar mis sentimientos, pero el destino no siempre hace caso a lo que uno quiere.
La pantalla de mi celular se iluminó. Un mensaje. Sin muchas ganas pasé el dedo sobre la pantalla para desbloquearla y el mensaje llenó mi pantalla.
Saliste muy temprano hoy en la mañana, no hay clases ¿sabes? – Gabriel.
Claro, uno lo que ahora menos quiere es pensar en él y él se hace notar , volteé el celular y me acosté sobre mis brazos cruzados en la mesa… ¿Por qué la vida se empeñaba en tratarme así? El celular volvió a vibrar, otra vez y otra vez, cuando me arto la vibración me incorporé de nuevo y desbloqueé la pantalla, el primer mensaje se abrió.
“Hey, no piensas volver al departamento, voy a salir y solo quería saber si regresarías. – Gabriel.”
“¿Por qué no estás contestando mis mensajes?. –Gabriel.”
“Oye, estoy comenzando a preocuparme, no he tenido noticias tuyas en todo el día, aunque sea contesta un OK. – Gabriel.”
“Estoy saliendo del departamento ¿Dónde rayos estás?, ya es muy tarde. – Gabriel.”
Resoplé. ¿5 mensajes? Realmente debía estar preocupado como para gastar su saldo en mí. Le respondí:
Estoy en una cafetería cercana a la universidad, no hay nada por lo que preocuparse. – Gina.
En menos de 10 segundos ya tenía un mensaje de él otra vez.
“¿En qué cafetería? – Gabriel.”
“No importa qué cafetería. No quiero que vengas. Estoy bien, así que… - Gina.”
Por fin pasó un minuto y mi celular no vibró, eso ya era un mérito, lo coloqué de nuevo en la mesa y me acomodé en la silla, quizás estuviera exagerando un poco, quizás debía decirle en qué cafetería estaba. Mi corazón se aceleró, sería hermoso si él viniese por mí, pero cerca a la universidad habían por lo menos 10 cafeterías y él jamás llegaría tan lejos por mí, además ¿Qué no había dicho que saldría hoy?
Al pasar cerca de una hora, la tonta esperanza que albergaba, fue desapareciendo. Él definitivamente NO vendría.
-Disculpe señor, no puede pasar mojado.
-Será rápido, solo estoy buscando a alguien.
-Sí, pero no puede pasar así, está estilando – el “señor” le dedicó una mirada seria al mesero y éste solo se hizo hacia un lado.
-Gracias – masculló. Otra vez el suave susurró se hizo en el café – ¡Gina! – dijo la persona que se paró a lado de mi mesa, alcé la vista con mi corazón empezándose a alterar - ¿A qué demonios estás jugando?  - era él, abrí mis ojos enormemente por la sorpresa, mi corazón de repente se detuvo. Era él. ¿Me había buscado? – ¿Despierta quieres?
-Señorita, ¿conoce a éste señor?
-Ah, yo… - dije viendo al mesero como si ocupase que me explicara que estaba pasando aquí.
-Claro que me conoce. Gina, nos vamos de aquí ahora – tomó mi brazo y me jaló. Yo me levanté torpemente de la silla y el mesero solo se quedó viendo la escena.
-No, espera… ¡espera! – dije zafándome de su agarre – Te dije que no vinieras ¿cierto?  - él me miro incrédulo.
-Nos vamos, dije – dijo con una seriedad que me llegó al corazón, tomé mi bolso y le pagué al mesero.
-Siento las molestias - Gabriel me sacó de la mano de la cafetería y fuera estaba lloviendo, pero a él parecía no importarle - ¡Gabriel, Gabriel!, ¿Me vas a escuchar si quiera? – grité, dejé de caminar y él se volteó hacía mi – nos estamos mojando ¿sabes?
-¿Y crees que acaso eso importa? – estaba molesto, y no solo eso, por primera vez estaba molesto conmigo.
-¿Cuál es tu problema? – le grité.
-¿Qué cual es mi problema? – rió aterradoramente – Mi problema eres tú, de repente te desapareces todo el día y no tengo noticias tuya ni por un segundo, me haces salir a buscarte y resulta que estás tranquilamente tomando un café mientras yo…
-Te dije que no vinieras ¿cierto? Si estás molesto por venirme a buscar, es tu problema, no él mío – Así que realmente no había venido a buscarme como yo quería que lo hiciera. Ya estaba empapada también, así que solamente metí mis manos en los bolsillos de mi short y empecé a caminar por mi cuenta hacía el departamento.
-¿Quieres dejar de hacer eso? – dijo de pronto.
-¿Él qué? – dije sin voltearme a verlo.
-El ser así, antes no eras así. No me gusta esta nueva tú. – Antes no estaba confundida por ti,  pensé.
-Pues lo siento, pero es así como están las cosas – me jaló del brazo y me apegó a su pechó por la cintura
 –¿Me puedes decir qué es lo que te está molestando?
-Nada me está molestando, solo claro… Tú.
-Es por eso que me has estado evitando todo este tiempo.
-¿Evitando? – dije enarcando una ceja.
-Sí te molesto tanto, entonces solo deberías irte a vivir con alguien más ¿no?
-¿Es lo que quieres? Te recuerdo que fuiste tú quien no me dio otra opción más que tu departamento.
-No, no es lo que quiero. Te lo dije o ¿no? No estaré tranquilo sino estás a mi lado, entonces por favor no te vayas, pero si no te sientes cómoda a mi lado, entonces no seré yo quien te ate – lo miré, ¿podría escuchar mis latidos?
-No pensé que vendrías a buscarme – susurré apoyando mi cabeza contra su pecho - ¿por qué me buscaste aun a pesar de la lluvia?
-Porque me tenías preocupado, tonta – me abrazó.
-Siento haberme estado portando rara estos días, pero entiéndeme, estos cambios me tienen…– quería ser clara con él, pero no podía, no podía sincerar a mi corazón aun confuso.
-Tengo parte de la culpa también, yo también estaba algo molesto contigo.
-¿Conmigo? – así que esa atmósfera rara no era solo por mi parte - ¿Por qué estabas molesto conmigo?  - lo volteé a ver, él se me quedó viendo y luego desvió la mirada hacia otro lado.
-Nos estamos mojando ¿sabes?
-Eso parecía no importarte hace un momento – soltó nuestro abrazo y me tomó de la mano, más delicadamente que la última vez.
-Bueno ahora si me importa, vamos a casa.
Quizás podía estar haciendo un poco de frío por la lluvia pero bajo el cobijo de Gabriel, todo pasaba a segundo plano. A su lado mis sentimientos confusos ya no parecían tan alocados, ahora seguían un tanto confusos pero claros, parecía como si a su lado fuese capaz de todo.
-¿A qué se debe esa cara de tonta? – dijo Gabriel al abrir la puerta.
-¿Es que nunca te vas a enfadar de molestarme? – dije entrando al departamento.
-Ammm – dejó las llaves en el recibidor – no, creo que no – me sonrió de medio lado, despeinó un poco mi cabello y caminó hacía su cuarto – iré a tomar un baño y tu deberías hacer lo mismo.
Caminé hacía el baño del pasillo y al cerrar la puerta me recargué sobre ésta, parecía como si hubiese pasado mucho tiempo desde que Gabriel y yo volvíamos a ser los mismos de antes, pero claro ahora no todo era “igual” a antes, puesto que yo estaba enamorada de él, o al menos estaba empezando a tener sentimientos por él. Puse mi mano sobre mi corazón. Sí este alocado corazón no significaba esto, entonces no sé que más podía significar.
Entre a la ducha y opte por tomar un baño caliente, relajante y cálido… Cómo Gabriel, pensé y una sonrisita se dibujo en mis labios, me tomé mi tiempo y después de un buen tiempo salí, tomé una toalla y me cubrí con ella… no había entrado con ropa por lo que tendría que salir así, pero no es como si hubiese mucho problema, el baño estaba justo a un lado de mi cuarto. Al salir tomé una toalla más pequeña y salí secándome el pelo, abrí la puerta y me topé con unos ojos oscuros llenos de sorpresa y una mano a punto de tocar.
-Gabriel – dije sin aliento.
-Ah, Gina… - sin poder ocultar su sonrojo pestañó algo nervioso – yo solo iba  a decirte que te esperaría para cenar.
-De hecho yo ya… cené – dije apretando un poco más mi toalla hacía mí. En sus ojos pude ver la desilusión – pero… - añadí rápidamente – Ya qué me buscaste bajo la lluvia sin ningún compromiso puedo prepararte algo como recompensa – dije tomándolo de la mano, claro con mi otra mano libre. Él sonrió y luego ocultó su sonrisa tras su palma.
-Sabes… creo que deberías regresar a la ducha, no es correcto que hablemos así –dijo sarcásticamente y a mi mente vino la conversación que tuve con él hace una semana, sabía que lo había hecho con esa intención.
-Ah, cierto… Ya vengo – dije a la vez que posé una mano en mi cadera y sonreía de medio lado, tratando de imitar su gesto de la última vez.
-Ni cerca estás de imitarme – dijo dándose la vuelta entre risas, yo me animé y le aventé la toalla con la que me secaba el cabello.
-Tu tampoco ¿eh? – dije corriendo como niña pequeña hacía mi cuarto.
A pesar de que mi día no había empezado con el pie derecho, había terminado en un hermoso y gratificante día. Terminé de vestirme rápidamente y salí a preparar la cena, Gabriel veía la televisión en la sala para esperarme y al estar cocinando sentía como si estuviera en una íntima escena de pareja, era la primera vez que estábamos compartiendo tiempo y espacio en este departamento, me esmeré lo más que pude y para cuando la cena comenzó a desprender su aroma, Gabriel apagó la televisión y se acomodó en la barra, cuando me giré con el plato servido tenía frente a mí aun Gabriel relajado, con una pierna doblada arriba del banco y sus brazos y cabeza recargados sobre ésta mientras me veía con una dulce mirada.
-Huele genial, Gina – tomó los cubiertos y miró emocionado el platillo – Hasta que se me va hacer probar tu comida – hice ademán de que estaba exagerando, pero dentro de mí estaba emocionada por ver su reacción; esperé parada enfrente de él con las manos entrelazadas por lo bajo, cuando dio el primer bocado alzó la vista hacia mí y yo me encontré con su mirada, él puso cara seria, masticó un poco y por un momento temí que no le gustara… después de un rato levantó su dedo gordo y asintió con mucha energía – muy bueno, muy bueno, Gina – dijo con la boca llena.
-Claro, lo preparé yo – dije dándome aires.
-Desde ahora en adelante, por favor has mi comida – dijo con una sonrisa.
No sé porqué pero eso basto para aclarar cualquier duda, fue como si este momento fuera la pieza perdida dentro de mi revuelto rompecabezas, ahora era capaz de armarlo por completo. Estaba segura, ya no había duda… estaba enamorada de Gabriel.  
-Ni que fuera tu querida – dije en broma y me volteé para evitar mostrar mi sonrojo. En verdad esperaba que las cosas en un futuro tuvieran un rumbo diferente y que la vida me diera una oportunidad a su lado.

El poder permanecer al lado de este tonto, es todo lo que anheló –recé.
Continuará... Ale Mg'

jueves, 5 de septiembre de 2013

LOVE IN DANGER!♥

Publicadas por Ale Mg' a la/s 7:28 p.m. 0 comentarios
Cap. 4 Sentimientos encontrados
Hola, aquí el 4to capitulo ya tenía muchas ganas de subirlo :') Antes de empezar me gustaría hacer algunas aclaraciones, dentro del texto encontrarán algunas partes en cursiva y entre comillas, esos son los pensamientos de Gina, mientras que lo entrecomillado, cursiva, gris son Flash back, ¿Si? Sin más... TIME TO WRITE!

Me levanté temprano como todos los días, casi rutinariamente caminé hacía la cocina comencé a buscar algo de cocinar y mientras lo dejaba al fuego fui a lavarme la cara. Me vi en el espejo… “Oh, dios. Cuán fachosa podría llegar a ser”. Tomé el cepillo que tenía en el lavabo y desenrede sin mucho ánimo mi cabello, sin éxito alguno tomé una liga y me trencé el cabello, cerré la puerta del baño del pasillo y salí de nuevo hacía la cocina.
-Hola… Espero no asustarte hoy, creo que fue por eso que ayer te cortaste el dedo ¿verdad? Pero hoy ya no tienes ningún cuchillo a la mano así que estamos a salvo – era la chica de ayer… ¿Cómo…?
-Eh… hola.
-¿Estás preparando el desayuno? Justo como ayer, huele exquisitamente genial.
-Bueno… yo realmente solo preparo el desayuno para mí, pero creo que podemos comer perfectamente las dos.
-¿En serio? Muchas gracias – tomó asiento detrás de la barra y yo serví el desayuno en dos platos, serví un poco de jugo y lo llevé hasta Diana – Mmm… ahora veremos si sabe tan bien como  huele – tomó un cubierto y se llevó un poco a la boca – ¡Uhmmm! Sabe genial, por dios Gina, deberías ser cheff o algo por el estilo.
-Ah.. muchas gracias - dije algo incómoda... ¿Por qué estaba incómoda? - Esto... ¿puedo preguntarte algo?
-¿No me estás preguntando algo ahora mismo? - dijo con una sonrisa picara mientras comía.
-Sí, bueno - ella hizo un ademán como diciéndome: "adelante" - Tú... ¿te quedaste a dormir?
-No, claro que no. Me fui tarde en la noche y volví temprano por la mañana - dijo con una sonrisa de oreja a oreja - Claro que no - dijo ahora en tono de broma - Evidentemente me quede a dormir.
-Entonces pasaste la noche con Gabriel.
-Sí, realmente es algo incómodo tener que dormir con él pero encontramos la forma de acomodarnos, oye por cierto... ¿Por qué estás quedándote aquí?
-Yo... - dije devolviendo la vista a mi plato, aun me dolía hablar de Kevin - Me salí de mi casa.
-¿Y cómo fue que terminaste aquí? - ¿No estaba haciéndome muchas preguntas? Pero yo también le había hecho mis preguntas a ella así que le debía respuestas.
-Bueno Gabriel me propuso quedarme en su departamento en el tiempo que junto el dinero para cambiarme a uno propio - eso era mentira, Gabriel había dicho que podía quedarme el tiempo que fuera necesario, pero yo no podía aceptar esa propuesta - Pero no te preocupes, estoy trabajando muy duro y pronto juntaré el dinero necesario para el alquiler de algún lugar - añadí, seguro se sentía un tanto incómoda con la presencia de una chica en el departamento de su novio y lo entendía, así que por ella también y por su relación, me iría lo más pronto.
-¿Así que por eso te levantas tan temprano?
-¿Eh?... ¡Oh, no! Yo me levanto temprano todos los días porque tengo que ir a la universidad y bueno no me gusta llegar tarde por lo que siempre me levanto a las 5:30, desayuno, me baño y me voy de aquí cerca de las 6:30am. De hecho casi no estoy en la casa, como en la universidad y de ahí me voy al trabajo, me queda un poco retirado así que no me da tiempo de regresar, sino hasta las 9:30 o 10:00pm; así que realmente no estoy en el departamento mucho tiempo.
-Ya veo... así que comúnmente a esta hora ya estás saliendo a la universidad - dijo estirándose para ver el reloj que se encontraba a un lado de ella.... ¿A esta hora? Le eché un vistazo al reloj y eran las 6:40am... Oh, no... Oh, no. Sino me daba prisa llegaría tarde a la universidad.
Corrí al baño del pasillo me bañé tan rápido como me fue posible, me cepillé los dientes, me cambié con el primer cambio que encontré, tomé mis cosas y salí como alma que lleva el diablo.
-Lo siento mucho, hablaremos en otra ocasión, por favor ¿Puedes guardar mi desayuno? o si lo quieres puedes desayunartelo, no hay ningún problema... solo no lo tires - dije a la vez que me ponía mis zapatos de saltito en saltito.
-Eh, sí pero oye.... ¿Por qué vas tan apurada? Hoy es...
-Lo siento, me marchó un gusto conocerte, adiós - cerré la puerta tras de mí y corrí tan rápido como mis piernas me lo permitían, estaba segura que no alcanzaría a llegar a tiempo, por eso no esperaba a Gabriel porque Gabriel no se preocupaba por llegar temprano.

-¿Qué fue todo ese alboroto? - dijo una voz ronca.
-Hasta que te levantas.
-No es como si haya querido levantarme, ¡pero ciertas mujeres no dejan dormir a cierta persona un sábado a las 6:00am!
-Lo siento - dijo colgándose el bolso al hombro - Tu amiga al parecer es un poco aprensiva. Estábamos teniendo una platica de lo más normal sobre su semana y creo que de repente olvidó que hoy era sábado.
-¿Cómo?
-Sí, apenas y tocó su desayuno, salió corriendo y se llevó su mochila
-Esa tonta - dijo golpeándose la frente con su palma derecha - ¿Uhm? - alzó la vista - ¿Qué?
-¿Podría ser que tú....? - una sonrisa picarona comenzó a formarse en sus labios - ¿Hay algo entre ustedes?
-¡¿Qué?!, ¡Claro que no! Ella solo es una tonta viviendo en mi casa y punto.
-Bueno, supongo que tienes razón estos temas a mí no me incumben. Bien, me voy. Siento haberte dado tantas molestias, pero realmente no podía juntarme otro día para hacer el proyecto.
-Sí está bien lo entiendo, además el sillón no es tan incómodo como parece.
-Realmente lo siento - pero su risa decía todo lo contrario - nos vemos el lunes - Gabriel la acompañó hasta la puerta y cuando ella estaba a punto de irse se dio la vuelta inmediatamente y le dio un beso en los labios - hasta el lunes - dijo para irse corriendo.
-¿Qué rayos? - pensó - Diana...
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-¿Qué?
-Así que tu también Gina - me giré rápidamente hacía esa hermosa voz.
-¡Irma! - dije emocionada.
-Tiempo que no nos veíamos ¿verdad? - corrí a abrazarla y ella me correspondió con esa dulce sonrisa que siempre me calmaba - Hace mucho que no metía la pata viniendo a la escuela un sábado, pero creo que el destino quería que nos encontráramos, a pesar de que estudiamos en la misma universidad nuestras carreras apenas nos dejan tener noticias de la otra.
-Lo sé - dije algo melancólica. Irma era mi mejor amiga desde hace mucho tiempo, de hecho desde hace más tiempo aun de que yo conociera a Kevin y era la única que hasta ahora sabía como iban las cosas realmente entre él y yo - ¿Te gustaría ir a desayunar conmigo?
-Claro, ¿pasa algo?
-No sé si realmente suceda algo, es que yo... no logro entender que es lo que está pasándome, o quizás sea que... no quiero entenderlo. - volteé a ver mis pies
-¿Gina? - dijo preocupada, alcé la vista y no pude retener más mis lágrimas, ¿Pero por qué estaba llorando? ¿No había llorado ya lo suficiente?
-Creí que esto sería más fácil pero no - me lancé de nuevo a sus brazos y solté todas las lágrimas que había estado reteniendo, frente a ella no necesitaba hacerme la fuerte, con ella podía ser quien era en realidad sin temor a ser criticada porque ella siempre me protegería.
Un poco más calmada fuimos a la cafetería cercana ahí y puse al tanto a mi amiga de mi vida, cómo por fin había terminado con Kevin, pero aun me dolía el no estar a su lado y cómo ahora estaba viviendo con Gabriel, Irma lo conocía por platicas mías pero nunca los había presentado en persona y le llamaba mucho la atención conocerlo.
-Está bien que te sientas así Gina, es imposible que olvides todo ese amor que le tenías a una persona de la mañana a la noche ¿cierto? porque si fuera así ¿qué tan importante era para ti en realidad? Es normal Gina, tómate tu tiempo para volver a calmar tus sentimientos, pero no te lo pienses demasiado solo el necesario ¿si? – asentí - Por qué mejor no hablamos de tu amigo… ¿Gabriel?, ¿Cómo es que puedes dormir en su departamento? ¿No hubiera sido mejor que acudieras a mí?
-De hecho yo había pensado ir a pedírtelo, pero cuando pensaba en ir a tu casa terminé en la de él y bueno, creo que le di lástima y me aceptó en su casa, y como al día siguiente se peleó con Kevin por mí ya no tuve el valor de negarme.
-Espera ¿Qué?, ¿Se peleó con Kevin por ti? ¿Siente algo por ti?
-No – me apresuré a decir – él tiene novia.
-¿En serio?
-Sí, solo somos buenos amigos – dije dejando la palabra en el aire.
-Amigos – repitió Irma como queriéndome sacar algo más.
-Bueno yo… siento un cariño por él pero – mi corazón comenzó a acelerarse – no pasa de la amistad, él es como mi mejor amigo hombre ¿si?
-Entonces ¿por qué te sonrojas demasiado al decirlo? Sabes, creo que a ti te está gustando tu amigo y este dolor que dices, puede ser porque no has entendido tus sentimientos, dices que apenas has cruzado palabra con él desde el pasado fin de semana y que cada vez que llegas al departamento te deprimes, ¿no es eso obvio? El problema está en el departamento y ¿quién está en él? Ese tal Gabriel.
-A mí no me gusta Gabriel – dije con el corazón completamente acelerado.
-Oh, vamos… no me quieras engañar, puedes engañarte a ti misma Gina, pero a mí no. Tu-estás-enamorada-de-él.
Ciertamente cuando conocí a Gabriel pensé que era un chico guapo y aun lo pensaba. No voy a negar que en un inicio me atrajo físicamente pero después nos volvimos en esto, amigos y mis sentimientos por él fueron disminuyendo, ahora estábamos en esto, en esta clase de amistad que era mucho más íntima que cualquiera que hubiese tenido, pero hasta ahora yo siempre lo había visto como un amigo y él a mí como una… todo el tiempo me molestaba y nunca me había dicho que me amaba, o más bien, hacía mucho tiempo desde que nos habíamos escrito un “te quiero” en alguna carta o conversación.

– Me amas y siempre pelearé por aquello que amas – volvió a abrir sus ojos y se cruzó con los míos, de nuevo sentía esa fuerza que me impulsa a besarlo o no, ¿debía?
(“Me amas”) (“Me amas”)(“Me amas”)

Él también me había dicho que lo amaba en aquella ocasión, y justo cuando lo escuché mi corazón se alteró tanto o igual como lo estaba ahora que hablaba con Irma, cuando supe que tenía novia, me sentí traicionada….

“-¿Estaba viviendo juntos? – Cómo ni siquiera me estaba viendo, pensé que no me estaba poniendo atención, pero su reacción me dejo en claro, que sí lo estaba. Asentí – Ok… me siento engañado.
-¿Engañado? – me aventuré.
-Sabía que algo no andaba bien contigo Gina, ¿Con quién crees que estás hablando? No sabía que tuvieras un novio, pero me suponía que podía ser algo parecido… te lo he dicho antes, tu eres una ventana para mí. Transparente. Pero ¿viviendo con el problema? Eso nunca lo vi, me mentiste, totalmente.”

 ¿Era así cómo él me había dicho que se sentía? ¿Era ese sentimiento de ausencia lo que había experimentado? Entonces… ¿Yo realmente me estaba enamorando de él sin darme cuenta?
-Lo has notado cierto, tu ya estás lo suficientemente enamorada de él, como para que cualquier acto suyo te afecte aun sin tu ser consciente.

-Pero… ¿Cuándo fue que empecé a amarlo? – dije entre lágrimas… Él tenía una novia, yo acababa de romper con Kevin y ahora me enamoraba de mi mejor amigo y lo peor de todo esto era un amor imposible. 
Continuará... Ale Mg'

martes, 3 de septiembre de 2013

LOVE IN DANGER!♥

Publicadas por Ale Mg' a la/s 10:38 a.m. 0 comentarios
Cap.3 ¿Novia?
Wii… cap. 3! Por lo menos ya no me desaparezco por meses jajajaja ^^
-Ya es muy tarde, Gina. Viniste a mí por eso, en busca de un alivio – dijo viéndome al fin – y yo te lo voy a dar – tomo mis manos entre las suyas, aun sobre su rostro. Cerró sus ojos y frotó su rostro sobre mis palmas – Me amas y siempre pelearé por aquello que amas – volvió a abrir sus ojos y se cruzó con los míos, de nuevo sentía esa fuerza que me impulsa a besarlo o no, ¿debía?
-Maldito, ¿Cómo te atreves a tocar a mi mujer? – dijo Kevin, intentando golpearlo por la espalda.
-¡Gabriel! – grité asustada.

Gabriel giró y cómo si fuera la cosa más sencilla del mundo bloqueó el golpe de Kevin, sin darle tiempo de reaccionar Gabriel le respondió el golpe , lo cual ocasionó que el labio de Kevin se cortara.
-¡Gabriel, Kevin… detengan esto por favor! – dije entre lágrimas… ¿Por qué debían de pelear? No quería que nada les pasara a ninguno de los 2, aun a pesar de que temía a Kevin, tampoco quería ver que Gabriel lo golpeara, simplemente  no quería ver golpes enfrente de mí - ¡Gabriel! – chillé, cuando estaba a punto de proporcionarle el 3er golpe a Kevin, quien ya comenzaba a mostrar la mirada perdida – ¡Basta, es suficiente!
Gabriel volteó a verme como si saliera de un trance y pude notar que sea cual sea la cara que tuviese en ese momento a él le afectó, cosa que Kevin aprovechó y lo golpeó en la cara. El corazón se me detuvo y me armé de valor, corrí hacía donde estaban pelando y me interpuse entre ellos dos, Kevin preparaba otro golpe y Gabriel se estaba preparando del pasado.
-¡He dicho basta! – dije viendo a Kevin y dándole  la espalda a Gabriel - ¡Por favor! –le supliqué – Ustedes ni siquiera deberían estar peleando puesto que a ustedes no les incumbe esto,  eran simples desconocidos hasta hace un momento,  el problema es entre tu y yo Kevin, no dañes a los demás solo porque sí.
-¿Por qué lo defiendes? – dijo a la par que escupía un poco de sangre.
-No estoy defendiendo a nadie, es solo que no me gusta ver a las personas pelear y por un demonio Kevin… ¡Lo sabes! ¿Por qué sencillamente no puedes aceptar que ya no quiero estar más a tu lado?, ¿qué caso tiene?
-Tiene mucho caso porque te amo.
-No, no la amas – respondió Gabriel, lo miré seriamente con cara de “no te metas en esto ya” él se alzó de hombros.
-Ya no me amas Kevin, al menos no se trata así a una persona que amas – dije dolida recordando todas las cosas malas que había pasado con él en estos últimos meses.
-¿Ya no vas a volver conmigo? – dijo poniendo aquella cara de dolor que definitivamente hace  tiempo ya no veía, esta vez estaba sufriendo en verdad.- ¿Vas a mandar todo este tiempo juntos a la borda solo por alguien como él? ¿Es por él que me dejas? – me quedé sin palabras - ¿Cómo querías que no te tratara así si me estabas engañando con él todo este tiempo? – gruñó, ahora ya no estaba dolido, ahora estaba enojado o quizás había pasado a fingir ese dolor con el coraje.
-¿Cómo te iba a engañar con alguien que no veo más que como un amigo? Tú fuiste quien lo acabaste todo y lo siento, pero vengo por mis pertenencias.
Ahora estaba segura, quizás era solo eso lo que debía haber hecho desde un principio, enfrentarlo, cara a cara, acabar con cualquier malentendido y entonces empezar mi vida desde cero. Ya no le tenía miedo, pasé por un lado de él y me dirigí hacía nuestra casa, entré y la nostalgia me invadió,  ¿Cuántos momentos adorables no habíamos pasado aquí? ¿Cuántas veces no habíamos llegado a casa en medio de risas y besos? Pero esos momentos ya no volverían otra vez… hoy era la última página de este libro, ya no habría marcha atrás.
Empaqué mis cosas y salí de lo que quedaba de nuestra habitación; fuera, en la sala estaba Kevin sentando en el sillón con la cabeza entre las manos, no pude evitar sentirme mal por él… yo soy el tipo de persona que no entiende cómo una pareja puede olvidarse tan fácilmente, aunque ya no quería seguir a su lado él seguía siendo una parte importante de mi vida y no iba a poder cambiar eso. Dejé las cosas cerca de la puerta y me volví hacía la sala.
-Eh… Kevin – susurré, el alzó la cara y parecía como si estuviese a punto de llorar – yo… - ¿Qué debía decir? – esto… me marcho ya – dije con una media sonrisa.
-Así que era eso – dijo sin el rastro de ánimo que alguna vez le había escuchado hablar.
-Sólo quería decirte que… - resoplé y me acerqué a él – No voy a olvidarme fácilmente de lo que tuvimos, porque fue algo hermoso, pero mi lugar ya no es a tu lado… por eso muchas gracias por todo este tiempo – le dediqué una sonrisa y sin poder evitarlo lo abrasé, él se sorprendió muchísimo y a pesar de que sus brazos no me rodearon pude sentir que correspondía mi abrazo, le dediqué un beso en la frente y me volví de  pie – bueno me marcho, cuídate – me giré con una falsa sonrisa en los labios, definitivamente me estaba desmoronando ¿iba a dejar todo esto para ir a un futuro incierto? Aquí por lo menos sabía que seguiría a su lado, pero ahora… ¿Qué me esperaba? Alcé la vista una vez que salí de la sala y ahí estaba Gabriel con una cara que simplemente no pude entender, y que por el momento no me interesaba entender.
-Llevaré tus cosas – dijo con una voz fría.
-Puedo hacerme cargo de eso por mí misma, gracias – le quité la maleta y las bolsas y salí de mi ahora “ex – casa” .
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Había pasado una semana, como Gabriel me había dicho me aceptó en su casa y aunque estábamos viviendo juntos el tiempo que nos hablábamos o nos veíamos era estrictamente el necesario, cuándo despertaba él aun estaba durmiendo, preparaba mi desayuno y salía a la universidad,  al salir de ésta comía ahí y me iba a mi trabajo, no era que lo hubiera conseguido en este momento, era un trabajo que tenía para apoyar a Kevin con los gastos, pero ahora solo era para ayudarme a mí y pagarle a Gabriel por recibirme en su casa mientras yo juntaba lo necesario para conseguirme un departamento.
Del trabajo no salía hasta las 9:00pm y  hacía como 15 o 20 minutos hasta mi actual hogar, además si a eso le agregamos que de pasada compraba algunas cosas para la cena, venía llegando a la casa cerca de las 10:00pm, hora en que Gabriel ya estaba duchándose y preparándose para dormir.
-Ya llegué – dije cuando volví de la calle.
-Uhmm – Era lo único que gritaba siempre desde la ducha.
Me puse a preparar la cena y me concentré única y exclusivamente en mis asuntos.
-Hola, lo siento, no pude evitarlo estaba en el cuarto de Gabriel y comenzó a llegar un aroma exquisito hasta allá, ¿estás preparando algo para cenar?
-¡¿Quién eres tú?! – dije asustada.
-¡Ahhhh, te  has cortado!  ¿Qué hago, qué hago? – dijo con una voz demasiado chillona – ¡Gabriel, Gabriel!.. dame un minuto ahora mismo te ayudo.
-¿Qué demonios? – pensé, volteé a ver mi mano y pude ver que un hilo de sangre corría por mi dedo índice - ¡Oh, rayos…!  “sangre” . Traté de pensar en otra cosa e intenté caminar hacía el fregador… “sangre” la enjuagué pero el agua no hacía más que hacerme ver más “sangre” .
-¡Cierra eso tonta!  - tomó mi mano y la quitó del chorro de agua – déjame ver – la acercó hacía él y la examinó – no parece nada grave, aun así estás sangrando demasiado. Diana.
-¿Si? – dijo asomando la cara sobre el hombro desnudo de Gabriel, espera… ¿Desnudo? Salí de mi trauma por la sangre y lo miré… ¡Ay, no!  De nuevo tenía a Gabriel en toalla enfrente a mí.
-Tráeme alcohol y una bandita, están detrás del espejo del baño.
-Sí claro, ya vengo – se fue corriendo y Gabriel me miró.
-¿Se puede saber en qué demonios  estabas pensando? Si vas a cortar algo, entonces ten cuidado, al menos claro que fueras tan idiota y quisieras cortar tu dedo.
-Y qué si soy idiota y me quiero cortar el dedo – dije molesta – así que deja de fingirte preocupado por mí – zafé mi mano de su agarré y me volteé por una servilleta, cubrí mi dedo y evité pensar en que pronto se volvería roja.
-¿Ahora por qué estás molesta?
-No estoy molesta.
-¿Ah, no? – dijo alzando una ceja.
-¡No! – le grité.
-Aquí está Gabriel – dijo esa tal Diana.
-Olvídalo, tal parece que solo está exagerando. Regresemos al cuarto, ella se las puede arreglar por sí sola.
-¿No vas a ayudarla? Digo,¿ no dijiste que le daba asco la sangre?
-Yo nunca dije eso – dijo volteándose hacía su recámara – te veo en el cuarto.
La chica pareció pensárselo en sí ir tras Gabriel o ayudarme con mi pequeño “exagerado” problema, al final se quedó aquí.
-Lo siento, él no suele ser tan frio, no sé por qué está actuando así hoy – tomó mi mano delicadamente y limpió mi dedo – quizás te duela un poco pero aguanta ¿sí? – me puso un algodón con alcohol y me ardió como ya lo imaginaba, acercó su dedo a la boca y sopló… ¿qué tipo de escena era ésta? Aun así me sonrojé – Listo – dijo poniendo la bandita – esto debería ayudar – dijo sonriéndome – Realmente me disculpo otra vez por Gabriel, ¡caray! Y tan preocupado que se veía cuando le dije que te heriste – la miré con sorpresa.
-¿Puedo preguntar qué estás haciendo aquí?... ¿Eres la novia de Gabriel o algo así?  - se partió de la risa.
-Sí así es… es mi novio – dijo entre risa y risa.
-¡Diana!
-¡Oops!, el gruñón habla, me hubiera gustado probar tu comida, realmente olía genial, pero si lo hago esperar realmente se enojará.
-Esto… sí, entiendo.
-Adiós – y se fue corriendo hacía el cuarto de Gabriel

Era… su…. ¿novia?... ¿Desde cuándo él tenía novias? Y lo peor aun… ¿iban a dormir juntos hoy? ¡¿Qué clase de hombre era realmente?! 
Continuará... Ale Mg'
 

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